Máscaras C.61

MÁSCARAS.

Cande: No sé de dónde has sacado eso.

Agus: Cande, igual es necesa…

Cande: No es necesario. – lo miró.-

Peter: Entonces es verdad.

Cande: Yo no sé nada.

Peter: No te creo, Lali y tú os contáis de todo.

Cande: No todo, nunca hemos tocado ese tema.

Peter: Javi tiene el derecho de saber quién es su padre y yo de saber si él es mi hijo.

Cande: ¿Y si fuera así, irías a decirle?

Peter: Claro que no… o todavía no, pero quiero recuperar mi tiempo perdido con él.

Cande: No des las cosas por hecho, ni especules.

Peter: Si no me dicen nada, no tengo elección.

Cande: Lo siento mucho por ti, pero no me toca hablar a mí sobre ese tema y menos contigo.

Peter: Yo sé que tú sabes.

Cande: Aunque supiera… lo mejor es que le preguntes a Lali sobre ese tema.

Peter: A ella no se lo voy a preguntar, porque nunca se lo que va a decir.

Caminó hasta la puerta y los miró.

Peter: Pensé que podía contar con vosotros.

Agus: Sabes que puedes.

Peter: No se nota, aun así estaos tranquilos que no os voy a volver a preguntar sobre ello, ya sé que no me vais a contestar.

Abrió la puerta y se fue, Agus y Cande se miraron.

Agus: Tu amiga va a acabar matando a Peter de un disgusto.

Cande: También es tu amiga y Peter mi amigo, pero a mí no me toca hablar sobre eso, Lali es la única que tiene derecho a hablar sobre ese tema.

Agus: Tienes razón, espero que puedan arreglarse.

Cande: Yo también.

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El Lunes Lali estuvo todo el día trabajando fuera con Vico, solo se había cruzado con Peter por la mañana y solo 5 minutos.

En la hora libre que tenían los 2 se juntaron, al terminar fueron a la plaza y se sentaron en la sombra de un árbol, Peter tenía su cabeza en las piernas de Lali, mientras ella le acariciaba el pelo.

Lali: ¿Qué pasa?

Peter: Nada.

Lali: Seguro, mira que esta mañana te vi raro.

Peter: Son ideas tuyas.

Su tono no fue el más adecuado y aunque Lali se dio cuenta decidió no darle importancia y siguió enredando con su pelo.

Lali: No creo, tú no eres así.

Peter: ¿Así cómo?

Lali: Callado… y no te enfades pero hoy te he notado un poco insoportable, se que algo te pasa.

Peter: Entonces te vas a tener que quedar con la duda.

Se levantó de golpe y Lali lo miró.

Peter: Así como yo me tengo que quedar con la duda de muchas cosas – miró su reloj- tenemos que volver.

Lali se levantó y uno se fue a su oficina en completo silencio, tal y como habían estado todo el rato que pasaron juntos, Lali entendía perfectamente la actitud de Peter y la respuesta a cada pregunta que le había hecho.

Pensando, la noche anterior, después de llamar a Cande contándole la visita de Peter a su casa, había decidido esperar y ver cómo funcionaban las cosas entre ellos durante el siguiente mes para hablar con él y decirle todo lo que tenía guardado y responder sus preguntas, que aunque no se las dijera ella sabía que si las tenía.

Las puertas del ascensor se abrieron y ambos se despidieron con un beso en la boca hasta la tarde, que era cuando se volverían a ver.

Peter entró a su oficina y al cerrar la puerta y darse la vuelta se encontró a Paula apoyada en la mesa, él la miró y ella se acercó a él para saludarlo con un beso en la mejilla.

Paula: Sé que es raro verme aquí, pero necesito hablar contigo.

Peter: Yo…

Paula: Tranquilo que vengo en son de Paz.

Peter: Vale, siéntate – Ella se sentó y luego él.

Paula: ¿Cómo has estado?

Peter: Bien, ¿qué es lo que quieres hablar conmigo?

Paula: No te preocupes, solo vine a recuperar a mi amigo.

Peter: ¿Amigo?

Paula: Si, ¿O no te acuerdas que antes fuimos amigos?

Peter: Claro que me acuerdo, pero pasaron muchas cosas desde entonces.

Paula: Si, lo sé… pero quiero recuperar a mi amigo.

Peter la miró y no pudo evitar sorprenderse. En más de una ocasión le había dicho que si no eran pareja no serían nada.

Peter: No lo tomes a mal, pero pensé que no querrías verme después de lo que pasó. Reconozco que no me comporté muy bien contigo estos últimos días y tú siempre dijiste que…

Paula: Recuerdo perfectamente todo lo que dije, pero ahora veo las cosas de manera diferente.

Peter: ¿Y por qué justamente ahora?

Paula: A veces pasan cosas que te hacen cambiar.

Peter: No te entiendo.

Paula: Tal vez después lo hagas.

Peter la miró y se quedó en silencio.

Paula: ¿Entonces, amigos?

Paula estiró la mano esperando a que Peter se la estrechara.

CONTINUARA…