MÁSCARAS.
Le mostró
el cheque con una cantidad de dinero elevada.
Doctor:
Haga el favor de salir – estaba a punto de salir y se quedó en el umbral
esperando a que saliera.
Paula: ¿Por
qué no lo piensa? A nadie le viene mal un poco de dinero extra.
Doctor:
Señorita, por favor.
Paula: Y
justo ahora que se acerca Navidad, yo creo que le vendría muy bien.
Le volvió a
mostrar el cheque y el doctor la miró.
Paula: ¿Qué
dice?
Doctor:
¿Qué quiere que haga?
Recibió el
dinero y se lo metió en la camisa, Paula sonrió y volvió a la camilla.
Paula: De
momento preocúpelos, invente exámenes, usted sabrá lo que les dice, pero les
tiene que quedar claro que mi salud es delicada – apoyó la cabeza en la
almohada – y que no me pueden hacer pasar malos ratos porque podría ser fatal
para mí, ¿me entiende?
Doctor:
Creo que lo que realmente necesita es un psicólogo.
Paula: Ya
estamos juntos en esto, si lo hace bien la recompensa será mejor… por ahora es
todo.
Doctor: ¿Y
piensa pasar la noche aquí?
Paula lo
miró.
Paula:
Recuerde que estoy muy débil.
El doctor
la miró no muy convencido de querer apoyar a Paula, pero ya había aceptado el
cheque y no había vuelta atrás.
Salió de la
habitación y se dirigió a la sala de espera donde estaban Lali, Peter y Nico.
Nico: ¿Cómo
está?
Peter:
¿Despertó?
Lali:
Supongo que ya nos podemos ir.
El doctor
los miró con remordimiento.
Doctor: Lo
mejor será que la señorita pase la noche aquí.
Peter:
¿Pero, qué tiene?
Doctor: Eso
lo sabremos una vez nos den el resultado de los análisis.
Nico: ¿Pero
tan grave es?
Doctor: No
es para preocuparse, pero puede que sea más grave de lo que esperemos.
Lali: ¿Qué
quiere decir con eso?
Doctor: No
quiero dar un diagnostico precipitado, mejor esperemos a mañana.
El doctor
se fue y Lali comenzó a sentirse culpable por no haberla creído.
Nico: Yo
creo que lo mejor es avisar a su familia, para que al menos sepan que está
aquí.
Peter:
Tienes razón.
Mientras
Peter hablaba por teléfono se miraba de reojo con Lali quien estaba sentada,
cuando se colgó se sentó junto a ella, Nico había ido a por café y estaban los
2 solos.
Peter: No
hace falta que estés aquí, si quieres te puedes ir.
Lali lo
miró.
Peter: ¿Qué
te pasa?
Lali:
Llámame loca si quieres, pero me siento culpable de no haberla creído.
Peter: No,
no estás loca, la verdad es que yo tampoco la creí mucho, tiene la manía de
exagerar todo.
Lali:
¿Crees que lo que tiene sea grave?
Peter:
Espero que no, como ya te he dicho a ella le gusta exagerar las cosas.
Lali: Pero
el doctor se veía mal.
Peter: Yo le
vi nervioso, ¿Tú no?
Lali negó
con la cabeza y se quedó mirando, aunque se sentía culpable por la pelea que
tuvo con Paula no podía evitar sentir rabia al recordar como los encontró.
Peter:
¿Ahora qué te pasa?
Lali: Me
sentí fatal cuando te vi con ella.
Peter se
alejó un poco, se cruzó de brazos y se apoyó en el respaldo de la silla.
Peter: Yo
no me sentí muy bien cuando te vi con Nico y menos cuando se tomaron la mano.
Lali: Pero
ustedes se estaban besando, ¿Por qué no me dijiste que ibas a cenar con ella?
Peter: Para
evitar una discusión.
Lali: ¿Y el
beso?
Peter: Ella
misma te lo dijo, fue un impulso… de hecho me dijo que te llevara.
Lali: Y no
me dijiste.
Peter:
¿Hubieras ido?
Lali: Claro
que no, pero ese no es el punto.
Peter: ¿Y
qué hay de ti y de Nico? ¿Se divirtieron?
Lali: Me
junté con Nico por unos asuntos de trabajo. Me dijo que unas personas, no se
quienes, querían hablar conmigo por el tema de unas fotos.
Peter: ¿Por
qué todo se nos tiene que hacer tan complicado?
Se acercó
nuevamente a ella y junto su frente con la de ella.
Lali: Tal
vez deberíamos de empezar con no ocultarnos nada.
Peter:
¿Nunca más?
Lali: Nunca
más.
Sonrió y se
acercó más a él, antes de que se besaran llegó Nico con los cafés.
A los pocos
minutos llegaron los padres de Paula y lo único que hicieron fue insultar y
culpar a Lali y a Peter por la salud de Paula. Después de hablar con el doctor
se quedaron en la sala de espera hasta el amanecer que fue cuando el doctor
volvió para dar los resultados de los exámenes, los cuales ella misma había
mandado inventar.
Elva: ¿Qué tal
está mi hija?
José: ¿Qué pasó?
El doctor
los miró a todos.
Doctor: Paula
tiene tumor cerebral.
Elva: ¿Qué?
José: Eso
es imposible.
Peter:
¿Está seguro?
El doctor
negó con la cabeza.
Elva: ¿Pero
se puede operar no?
Doctor: Lamentablemente,
el lugar en el que se encuentra, la operáramos solo adelantaría su muerte, lo
siento mucho.
El doctor
se fue sintiéndose la mayor basura de todas por causar dolor a la familia de
Paula.
CONTINUARA…
Ay Dios!!!!
ResponderBorrarpaula esta mal de cabeza. Subi massss
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