Máscaras C.88

Máscaras.

Peter acompañó hasta afuera a Lali y aunque intentó tranquilizarla le fue imposible

Peter: Cálmate Lali, ¿Qué te pasa?

Lali: ¿Que qué me pasa? Esa estúpida estuvo a punto de matar a Javier ¿Y tú me preguntas qué me pasa?

Peter: Tranquilízate -La tomo de los hombros para que estuviera quieta y la miró- ¿Quién te dijo que Paula empujó a Javier?

Lali: Mery

Peter: ¿Y a Mery quien le dijo eso?

Lali: Mía, pero eso da lo mismo, déjame entrar para...

Peter: ¿Mía? Pero Mía es una niña de 8 años, los niños siempre están jugando, tal vez se confundió o vio mal ¿Tú crees que Paula se arriesgaría a hacer algo así en público?Cualquier persona la podría haber visto1

Lali se quedó pensando

Peter: Yo sé que no es santo de tu devoción, pero de ahí a llegar a hacer algo como lo que dices, no creo -Lali lo miro con rabia y se alejó de él-

Lali: No sé por qué te cuento mis cosas, ya debería haber aprendido que no sirves para nada

Peter: Oye, tampoco soy...

Lali: Entonces haz algo, pensé que Javier te importaba

Peter: Claro que me importa, pero no sé que quieres que haga

Lali: Nada, jamás haces nada ¿Qué podrías hacer ahora? -Se dio media vuelta para abrir la reja y salir, pero Peter la detuvo-

Peter: ¿Adónde vas?

Lali: A averiguar que fue lo que pasó, y de una vez te digo que si tu novia fue la responsable de lo que le pasó a Javier, cuídala muy bien, porque antes que la enfermedad que tiene la mate, la mato yo misma

Peter: Estás hablando como una delincuente y tu no eres así

Lali: Tú no sabes como soy yo -Se alejó de él- Por Javier soy capaz de hacer cualquier cosa

Salió rápidamente y comenzó a caminar, en una cosa le encontraba la razón a Peter, tenía que tranquilizarse, ni a ella ni a su bebé le hacía bien que estuviera tan alterada.

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Cuando Peter entró nuevamente a la casa, Paula se encontraba descansando, las cachetadas que le había dado Lali le habían dejado las mejillas rojas y aunque solo alcanzó a tirarle el pelo una vez, lo hizo con tanta fuerza que le había dejado el cuero cabelludo adolorido, esta vez de verdad se sentía enferma, pero de la rabia que sentía hacia Lali. Peter se despidió de ella para dejarla descansar y a pesar que ella no quería que se fuera le convenía hacerse la víctima.

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Lali llegó a su departamento agotada, dejó sus cosas sobre el sillón y se sacó los zapatos, después fue a la cocina por un vaso de leche sabor frutilla y fue hasta su cuarto para recostarse y pensar con claridad. A los poco minutos llegaron Javier y Julia, quienes estaban comprando en la verdulería. Javier entró al cuarto de Lali y se subió a la cama para saludarla y entregarle una flor silvestre que había arrancado camino a casa

Javier: Toma -Lali se sentó, recibió la flor y le sonrió- Es para ti

Lali: Gracias mi amor, está muy bonita

Javier: Sí, se parece a ti -Lali le dio un beso en la mejilla-

Lali: ¿Cómo te fue en tu regreso al colegio?

Javier: Bien, me saqué un 10 en un dictado

Lali: Que hijo más inteligente tengo, te felicito

Javier: ¿Y a ti como te fue? ¿Me trajiste Rainis?

Lali: Se me olvidó, pero mañana sin falta te traigo

Javier: Bueno -Se quedó pensando- Hoy llegaste mas tarde

Lali: Si, es que tuve que hacer unas cosas muy importante

Javier: ¿Que cosaLali se hincó frente a Javier

Lali: Tengo que hacerte una pregunta, pero quiero que me digas la verdad ¿Sí? Nadie te va a hacer nada, es solamente para que me aclares una duda

Javier la miró y se hincó igual que ella

Lali: ¿Te acuerdas del accidente que tuviste, verdad? -Javier asintió con la cabeza-

Javier: ¿Qué pasó con eso?

Lali: Quiero que me digas si alguien te empujó

Javier: No... Bueno, no sé

Lali: ¿Cómo que no sabes?

Javier: Es que estábamos jugando cerca de la escalera, de repente vi una sombra, pero después no sé que pasó

Lali suspiró, lo que le decía Javier no le servía de mucho, había visto una sombra, pero no a la persona. Lo que si sabía era es que a partir de ese minuto estaría todo el tiempo vigilándolo

CONTINUARA...