Máscaras C.44

MÁSCARAS.

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Aprovechando la tarde, Peter y Lali fueron a visitar las ruinas mayas Chichen Itzá, Coba y Tulum ubicadas en la península de Yucatán, tardaron en llegar unos 35 minutos. En el momento en que se quedaron solos Peter abrazó a Lali y la besó.

Lali: Peter no, alguien nos puede ver.

Peter: ¿Y qué? Aquí nadie no conoce.

Lali: Da igual.

Peter: Además, a mí me gusta que nos vean juntos – la volvió a abrazar por la cintura y Lali le sonrió.

Lali: Si, pero todavía hay asuntos pendientes.

Peter: Si, no se me ha olvidado – La volvió a abrazar – además un beso no le hace mal a nadie.

Lali: Digamos que tus besos no son muy inocentes.

Peter: Claro, ahora te quejas, pero anoche…

Lali: No me estoy quejando – le tomó cara y le dio un beso – Hasta que no estés completamente libre, es mejor que tengamos cuidado.

Se puso seria.

Lali: Mira que en este momento soy tu amante.

Peter: Que feo suena.

Lali: Pero es la verdad, por muy feo que suene.

Peter: Pero eso no será por mucho tiempo.

Lali: Eso espero.

Peter: Confía en mí.

Lali lo miró, sin darse cuenta estaba confiando de nuevo en él, en ese momento se creía hasta que las vacas volaban si él se lo decía. Peter le dio un último beso y la tomó de la mano para seguir caminando.

Llegaron al hotel a las 22:30 y estaban agotados. En el camino Peter había realizado algunas llamadas, cuando llegó a la habitación fue a ducharse y salió renovado, se fue de la habitación dejando sola a Lali. Una hora y quince minutos después Peter entró en su habitación encontrándose a Lali tumbada en la cama.

Peter: ¿Qué haces aquí?

Lali se sobresaltó y se sentó en la cama.

Lali: Si quieres me voy.

Peter: No, no, pasa que tenemos que salir.

Lali: ¿Ahora?, ¿no puede ser mañana? Estoy cansada.

Peter: No.

Lali: ¿Y a donde vamos a ir?

Peter: No te lo puedo decir.

Lali: Vale, tienes suerte de que sea tan curiosa.

Lo besó y se levantó. Generalmente la curiosidad mató al gato, pero esta vez la mató a ella.

Aunque Lali no quisiera, antes de salir del hotel Peter le vendó los ojos para guiarla. Después de unos segundos escuchó el ruido de las olas y la arena meterse por sus sandalias. Peter se detuvo y se puso en frente de ella para así poder mirarla.

Lali: ¿Ya me puedo sacar esto?

Peter: Solo si me prometes no abrir los ojos.

Lali: De todas formas no veo nada con esto.

Peter: Da igual.

Lali: Está bien, los tengo cerrados.

Peter le quitó la venda de los ojos y vio que todo estaba en orden.

Peter: Ya puedes abrirlos.

Lali abrió los ojos poco a poco, miró hacia abajo y se encontró con un mantel blanco lleno de pétalos de rosas, ramos de tulipanes y 2 botellas de champan.

Lali: ¿Y esto?

Peter: Es para nosotros. ¿Te gusta?

Lali: Mucho, ¿Por qué hiciste esto?

Peter: Porque quiero que celebremos.

Se hincó en la manta y sirvió 2 copas. Lali se hincó y cogió la copa que le ofrecía Peter.

Lali: ¿Y qué quieres celebrar?

Peter: Que estamos juntos de nuevo.

Se acercó a ella y la besó.

Peter: También quiero que hagamos algo, ¿si a ti te apetece?

Lali: Que cosa.

Peter: Un compromiso.

Sacó 2 anillos de plata del bolsillo.

Peter: Algo simbólico que recordemos siempre – La miró - ¿Quieres?

CONTINUARA…