lunes, 28 de marzo de 2016

Máscaras C.57

 







MÁSCARAS.



Lali se levantó de la silla y lo miró.

Lali: Cómo que se fueron.
Peter: Eso me dijo Agus.

La miró y ambos se quedaron pensando.

Peter: ¿Estás pensando lo mismo que yo?
Lali: Es obvio que los dos se pusieron de acuerdo.
Peter: ¿Y entonces que hacemos?
Lali: Irnos, ya no tenemos nada más que hace aquí.
Peter: Pero ya que estamos aquí podríamos hablar, ¿no?

Lali dejó su cartera en la mesa.

Lali: Dime – se sentaron los dos uno enfrente del otro - ¿De qué quieres hablarme?
Peter: Te quiero pedir perdón, no me comporté muy bien durante la semana – Lali lo miró- quise ir a buscarte pero me daba miedo como reaccionarías.
Lali: Te entiendo.
Peter: ¿Qué es lo que entiendes? ¿Mi comportamiento o el que no te fuera a buscar?
Lali: Las dos cosas, reconozco que yo no he puesto mucho de mi parte para que funcione.

Peter le tomó la mano y la miró.

Lali: Creo que la suerte no está de nuestra parte.
Peter: Nosotros tenemos que hacer que esté de la nuestra.
Lali: Dicen que las segundas partes no son buenas.
Peter: ¿Y tú que crees sobre eso?

Lali pegó su frente a la de él.

Lali: Digo… - lo miró- qué quiero estar contigo las 24hrs del día, los 7 días de la semana, los 30 días del mes – lo besó y Peter le sonrió- y los 365 días del año.
Peter: Siempre.

Lali lo volvió a besar, estuvieron un rato más conversando y riéndose mientras tomaban el último trago de tequila que se había pedido. Ya era tarde y cuando fueron a pedir un taxi, no había ninguno.
Peter: Para la próxima le digo a Agus que me deje su coche.

Vio como Lali se intentaba quitar el frio frotándose los brazos.

Peter: ¿Tienes frio?
Lali: Un poco solo.
Peter: ¿Y si caminamos?
Lali: ¿Estás loco?
Peter: Mi departamento no está tan lejos.
Lali: El tuyo, pero, ¿y el mío?
Peter: Te quedas conmigo.
Lali: No Peter, ni siquiera avisé que llegaría tan tarde, no puedo.
Peter: Si nos quedamos aquí tampoco vas a llegar – Lali lo miró – Vamos, allí si quieres llamas a Julia para avisar que no llegas.
Lali: Supongo que no me queda opción.
Peter: Quizás nos encontremos un taxi.

Caminaron durante 1 hora y 15 min en llegar al departamento de Peter, al entrar al departamento Lali cogió el teléfono y llamó a Julia.

Peter: ¿Quieres un café?
Lali: Con uno de azúcar, por favor.

Peter fue a la cocina y Julia contesto un poco adormilada, lo cual era comprensible ya que eran las 4:55 de la mañana.

Lali: Hola Julia, soy Lali, disculpa la hora.
Julia: ¿Lali? ¿Qué pasó?
Lali: Llamaba para avisarte que no voy a llegar a Lali.
Julia: ¿Por qué? – Miró la hora que tenía en la mesilla - ¿Te pasó algo?
Lali: No, solo que Cande se emborrachó, tuve que traerla a casa, porque no era capaz de mantenerse de pie y a esta hora no pasaban taxis.
Julia: Ay Dios, no sé cómo pueden tomar tanto.
Lali: Yo no, Cande.
Julia: Entonces, te quedarás con ella, ¿no?
Lali: Si, mañana por la mañana me voy.
Julia: Mejor digamos que por la tarde, porque con lo que eres tú para dormir.
Lali: Bueno, pues por la tarde. Te encargo a Javi.
Julia: No te preocupes, descansa.
Lali: Igual, adiós.


Al entrar a la cocina se encontró a Peter riéndose sujetando la taza de café.

Peter: Pobre Cande, ojala mañana no le duela la cabeza – le pasó la taza y se fueron a sentar al sillón.
Lali: Ella se lo buscó.
Peter: Si tú lo dices.

Lali apoyó la cabeza en el hombro de Peter.

Lali: Tengo sueño.
Peter: Entonces vamos a dormir – se levantó y la tomó de la mano.
Lali: ¿Y vamos a dormir junto?
Peter: Claro, no sería la primera vez. Ahora, que si prefieres dormir en el sofá, a mi no me importa.

Lali se rió y le golpeó levemente.

Peter: Está bien, era broma.

Al llegar al cuarto de Peter, él le pasó una camisa a Lali para que durmiera, ella entró al baño para cambiarse y al salir se acostó a su lado, apoyó su cabeza en su hombro y él después de apagar la luz la abrazó, el cansancio y la hora que era hicieron que se durmieran en cuestión de segundos.


 CONTINUARA…




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