Máscaras C.51

MÁSCARAS.

Paula: No sé de que hablas.

Peter: No tiene caso seguir con esta farsa.

Paula: Pero yo…

Peter: Paula, eres una mujer muy valiosa y seguro que ahí fuera hay alguien que sea el indicado para ti y que te haga feliz, cosa que yo no he conseguido.

Paula: Pero yo quiero que seas tú esa persona – lo abrazó pero él se separó -  siempre me imaginé un futuro juntos, me cambias por ella verdad.

A Peter le hacía mal esta situación, pero peor era estar lejos de Lali.

Paula: ¿Acaso no te acuerdas de lo mal que lo pasaste cuando se fue? Te dejó y no le importó lo que sentías.

Peter: Eso es asunto mío.

Paula: También es asunto mío, Lali te hizo mal y no quiero que te vuelva a causar dolor, ¿Qué pasa si te vuelve a dejar? ¿Acaso sabes que fue de su vida en este tiempo? Ahora ella es una desconocida.

Lali aún no le decía a Peter el motivo por el cual se fue hace años, aunque en un principio le dijera que no le quería, él estaba seguro que no era así, Lali lo seguía queriendo igual que él a ella y las dudas que tenían se acabarían resolviendo con el tiempo.

A diferencia de lo que Peter esperaba, la actitud de Paula era pasiva, en cualquier otro momento hubiera esperado un grito, como ya había ocurrido en bastantes ocasiones, pero ahora era totalmente diferente, lo único que podía ver eran las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

Paula: Solo espero que no te arrepientas de lo que estás haciendo – caminó hasta la puerta y la abrió – ahora me gustaría que me dejaras sola.

Peter: Paula, yo… de verdad lo siento.

Paula: Más lo siento yo.

Lo miró y acto seguido apartó la vista dándole a entender que se fuera, Peter la miró y después salió, Paula cerró la puerta y se recargó en ella, por la cara que tenía Peter antes de irse, sabía que se sentía culpable y que con las pocas  cosas que le había dicho, desconfiaba un poco de Lali.

Paula: Haber cuánto les dura la felicidad.

Sonrió y se fue a su cuarto, aún tenía muchas cosas que pensar.

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A los pocos minutos Peter estaba enfrente del edificio que Lali, dudando en si bajaba del auto o se quedaba en él.

Por lo menos el haber acabado su relación con Paula y el hecho de que ella lo hubiera tomado bien le había quitado un peso de encima, pero de pronto le surgieron dudas que solo Lali podía quitárselas y no sabía si era el momento de hacer la serie de preguntas que tenía en mente. Tras 30 min de pensar y pensar decidió que lo mejor sería irse a descansar y dejarla a ella también, con la hora que era estaba seguro que estaría dormida y no tenía muy buen humor cuando la despertaban.

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Durante toda la mañana Lali y Peter no se había dirigido la palabra, estaban concentrados haciendo cada uno su trabajo  y no tuvieron tiempo libre ni en el almuerzo.

Peter: ¿Tienes un momento?

Lali levantó la cabeza y lo vio parado en la puerta, sus compañeros se habían ido y ella quería quedarse trabajando frente al ordenador , pero al parecer sus planes habían cambiado.

Lali: Dime.

Peter: Aquí no, te invito a almorzar.

Lali lo miró.

Peter: Tengo algo importante que decirte y varias dudas que aclarar.

CONTINUARA…