miércoles, 8 de abril de 2015

Tangled #15





CAPITULO 15


No te voy a aburrir con los detalles sórdidos, ¿cierto? Podría acortar todo esto simplemente diciendo: Lali y yo follamos mutuamente los sesos del otro todo el fin de semana.
Pero así no es realmente divertido.
Y no te daría la imagen completa. Al tomar el camino más largo, tienes toda la información. Y una vista panorámica de todos nuestros pequeños momentos. Momentos que parecían ridículos e insignificantes en ese tiempo. Pero ahora que tengo la gripe, es lo único en lo que puedo pensar.
Cada minuto de cada día.

¿Alguna vez has tenido una canción atascada en tu cabeza? Seguro que sí, a todo el mundo le pasa. Y tal vez es una hermosa canción, tal vez ni siquiera es tu favorita. Pero es todavía molesto, ¿no? Es de segunda categoría. Porque tú no quieres solo escucharla en tu cerebro — la quieres en la radio o en vivo en un concierto. Repitiéndola en tu mente es sólo una barata imitación. Un burlón y maldito recordatorio de que no eres capaz de oír la cosa real.

¿Ves a dónde voy con esto?
No te preocupes, lo harás.
Ahora, ¿dónde estaba? Es cierto, la noche del sábado.

...

—Esta es la almohada perfecta.

Acabamos de ordenar comida — italiana — y estamos esperando a que llegue. Lali está sentada en el sofá en medio de un oasis de almohadas y mantas. Y está sosteniendo una almohada del dormitorio en su regazo.

—¿La almohada perfecta?
—Sí—dice —. Yo soy muy mandona en lo que se refiere a las almohadas. Y ésta es perfecta. No es demasiada plana, no está demasiado inflada. No está demasiado dura, ni demasiado blanda.

Sonrío. 

—Bueno saberlo, Ricitos de oro.

Hemos decidido ver una película. El cable bajo demanda es el segundo mejor invento de nuestro tiempo. El primero, por supuesto, es el televisor de plasma de pantalla grande. Me levanto para ir a buscar el control remoto mientras Lali pesca algo de su bolso en el piso.

¿He mencionado que estamos todavía desnudos? Lo estamos. Mucho. Es liberador.
Divertido.

Todas las mejores partes están fáciles de alcanzar. Y la vista es fantástica.
Mientras me giro para hacer mi camino hacia el sofá, un ahora familiar aroma asalta mi nariz. Dulce y floral. Azúcar y primavera. Miro a Lali y encuentro que está frotando loción en sus brazos. Agarro la botella de ella, como un perro con un hueso. 


—¿Qué es esto?

Llevo la botella a mi nariz e inhalo profundamente y luego caigo contra las almohadas con un gemido satisfecho.
Lali se echa a reír. 


—No lo inhales. Es crema hidratante. No sabía que combatir la piel seca te pusieran tan cachondo.

Observe la botella. Vainilla y lavanda. Tomo otra respiración profunda. 

—Huele como tú. Cada vez que estás cerca de mí, hueles... como un ramillete del jodido sol con azúcar morena en la parte superior.
Se ríe otra vez. —Oh, Peter, no sabía que eras poeta. William Shakespeare podría estar tan celoso.
—¿Es comestible?

Ella hace una cara. 

—No.

Muy mal. Lo habría vertido sobre mi comida como una rica salsa holandesa. Supongo que sólo tengo que conformarme con probarlo de Lali.
Ahora que lo pienso, es la mejor opción.

—También hacen un baño de burbujas. Desde que te gusta tanto, conseguiré un poco.

Es la primera referencia que ella ha hecho sobre una próxima vez. Salir en otra cita. Un futuro. A diferencia de mis últimos golpear-y-picar, la sugerencia de una segunda ronda con Lali no me llena con indiferencia o irritación. En cambio, estoy impaciente — emocionado — sobre la perspectiva.

La observo por un momento, empapándome en la extraña felicidad que proviene de sólo mirarla. Podría hacer una profesión de tiempo completo observar a Lali Esposito.

—Entonces—, dice,—¿decidimos que película?

Ella se instala en mi contra y mi brazo va naturalmente a su alrededor. 

—Estaba pensando en Corazón Valiente.
—Uff. ¿Qué pasa con esa película? ¿Por qué todos los hombres son adictos a ella?
—Ah, por la misma razón que las mujeres están obsesionadas con la jodida Notebook. Esa es la que ibas a sugerir, ¿cierto?

Ella sonríe con picardía, y sé que acerté.

—The Notebook es romántico.
—Es jodidamente gay.

Me pega en la cara con la almohada “perfecta”.

—Es dulce.
—Es repugnante. Tengo amigos que son llameantes homosexuales, y esa película es demasiado gay para ellos.

Ella suspira soñadoramente

—Es una historia de amor, una bella historia de amor. La forma en que todo el mundo trata de mantenerlos separados. Pero luego, años más tarde, se encuentran otra vez. Fue el destino.
Ruedo mis ojos—. ¿El destino? Por favor. El destino es un maldito cuento de hadas, cariño. Y el resto de la historia es una hoguera de mierda. La vida real no funciona así.
—Pero eso es…
—Por eso es tan alta la tasa de divorcios. Porque películas como esa le dan irrazonables expectativas a las mujeres.

Y lo mismo pasa con las novelas románticas. Eugenia prácticamente le quito la cabeza a Nicolas una vez porque él tomó prestado uno de mis Playboys. Sin embargo, cada verano, La Perra descansa en la playa con su suave porno cubierto de Fabio. 
Si, dije, “porno”. Eso es lo que es.

Y no es ni un buen porno: “Él movió su hombría como-un-tronco hacia los húmedos pétalos de su centro femenino”.
¿Quién coño habla así?

—Los chicos de verdad no piensan como Nolan, Niles o cómo diablos se llame el imbécil.
—Noah.
—¿Y cualquier hombre que construya una habitación en su casa para una chica que lo rechazo? ¿Cualquier hombre que espere años para que la misma chica aparezca en su puerta, sabiendo que estaba con alguien más? No es un hombre en absoluto.
—¿Qué es?
—Una vagina sin encerar, grande y peluda.

¿Fui demasiado crudo?
Me temo que sí.
Hasta que Lali cubre su boca con las manos y cae en el sofá, convulsionándose en un arrebato de profunda risa


—. Oh... mi...Dios. Eres tan... cerdo ¿Cómo... cómo incluso sales con estas cosas?

Me encojo de hombros. 

—Lo llamo como lo veo. No me disculparé por ello.

Su risa muere, pero la sonrisa sigue ahí. 

—Bien, no The Notebook.
—Gracias.

Entonces todo su rostro se ilumina. 

—Oohh, ¿qué tal El reportero: la leyenda de Ron Burgundy?
—¿Te gusta Will Ferrell?
—¿Estás bromeando? ¿Has visto Patinazo a la gloria?

Es uno de mis favoritos.

— ¿The Iron Lotus? Clásico.

Ella mueve sus cejas a mí y cita expertamente, 

—¿Tienes un poco de crema dulce para calmar esa desagradable quemadura?
Me río. —Dios, Te Am…

Y entonces me ahogo.
Y toso.
Y claro mi garganta.

—Me encanta... esa película—. Juego con el mando a distancia, y nos acostamos en el sofá cuando el presentador comienza.

Está bien—no te pongas loca conmigo ahora. Calmémonos todos por un segundo, ¿de acuerdo? Fue un simple error. Un lapsus linguae. Nada más.Mi lengua últimamente ha tenido bastante entrenamiento, así que creo que está permitido. 

..

Después de comer, continuamos viendo Ron Burgundy, yaciendo sobre el sofá al lado del otro, su espalda en mi pecho. Mi cara está en su cabello, inhalando el aroma al que me he vuelto adicto. Voy a la deriva dentro y fuera del sueño. La risa de Lali vibra contra mi pecho cuando dice suavemente


—. ¿Es eso lo pensabas de mí?
—¿Mmmm?
—Cuando empecé en la firma. ¿Pensaste que era una “mujer escorpión”?

Se refiere a la línea que Will Ferrell acaba de decir en la película. Sonrío soñoliento. 

—Cuando te vi ese día en la sala de conferencias, me golpeó en mi culo. Después de eso, simplemente sabía que nada volvería a ser lo mismo.

A ella le debió gustar mi respuesta. Porque un minuto después, froto sus caderas contra mí. Y mi polla semi-erecta se deslizo entre las mejillas de su trasero.
No me importa lo cansado que este un tipo — él podría haber trabajado en un turno de treinta-y-cinco horas llevando sacos de arena a través de las líneas estatales—este movimiento siempre será capaz de despertarlo.

Mis labios encuentran su camino por su cuello mientras mi mano se mueve por su estómago. 

—Dios, Lali. No puedo parar... de desearte.

Se está volviendo algo ridículo, ¿no?
Siento su respiración acelerarse. Ella se gira para enfrentarme, y nuestros labios se unen. Pero antes de ir más lejos, mi curiosidad consigue lo mejor de mí, y me alejo. 


—¿Qué pensaste de mí cuando nos conocimos?

Sus ojos ruedan hacia el techo mientras contempla su respuesta. Entonces sonríe. 

—Bueno... la primera noche en REM, pensé que eras... letal. Solo irradiabas encanto y sexo.— Sus dedos trazaron mis labios y cejas—. Esa sonrisa, tus ojos, realmente deberían ser ilegales. Fue la única vez en todos mis años con Benja que desee estar soltera.
Guau.
—Y luego en la oficina cuando oí a las secretarias hablando de ti. Tenías una chica diferente cada fin de semana. Pero después de un tiempo...Vi que había mucho más en ti. Eres brillante y divertido. Eres protector y cariñoso. Brillas con mucha luz, Peter. Todo lo que haces-cómo piensas, las cosas que dices, tu forma de moverte- es… brillante. Me siento afortunada, de estar cerca de ti.

Estoy sin palabras.
Si cualquier otra mujer me dijera eso, estaría de acuerdo con ella. Le diría que tuvo suerte de estar conmigo—porque soy el mejor de los mejores. No hay nadie mejor. ¿Pero viniendo de Lali? ¿De alguien cuya mente envidio, cuya opinión realmente admiro? Simplemente... no tengo palabras. Entonces, una vez más, dejo que mis acciones hablen.

Mi boca se presiona contra la suya, y mi lengua ruega por entrada. Pero cuando trato de rodar para estar encima, Lali tiene otra idea. Ella me empuja de los hombros hasta que estoy sobre mi espalda. A continuación, mueve su boca sobre mi mandíbula y nuca, quemando un rastro hacia mi pecho y estómago. Trago duro.

Toma mi polla en su mano y bombea poco a poco, y ya estoy duro como el acero. Estaba duro en cuanto empezó a hablar. 

—Jesús, Lali...— Mantengo mis ojos abiertos, y observo como ella humedece sus labios, abre la boca y me desliza entro—. Joder...— Toma profundamente mi longitud entera y chupa duro cuando retrocede lentamente. Luego lo hace otra vez.

Soy una especie de conocedor de mamadas. Para un hombre, son el tipo más conveniente de sexo. Ninguna queja, ni pequeños caos. Si ninguna de ustedes halla fuera han dado una, les dejare un pequeño secreto. Una vez que la polla de un hombre está en tu boca, él estará muy feliz, no importa lo que haces con él después. Una vez dicho esto, hay ciertos movimientos que lo hacen mejor.

Lali me bombea con su mano al tiempo que aumenta la succión en la punta con su caliente boquita.
Así, por ejemplo.
Ella gira su lengua alrededor de la cabeza como si estuviera lamiendo una chupeta. ¿Dónde coño aprendió? Gimo impotente y agarro los cojines del sofá. Me lleva hasta el fondo de su garganta una vez, entonces dos veces. Entonces cambia a rápidas y cortas bombeadas con su boca y su mano.
Es magnífico. He recibido mamadas por las mejores. Y lo juro por Dios, Lali Esposito tiene la técnica de una jodida estrella porno.

Trato de no moverme, consciente de que esta es realmente su primera vez, pero es difícil. Y entonces sus manos están debajo de mí — en mi culo — urgiéndome a alzar. Guía mis caderas de ida y vuelta, empujándome dentro y fuera de su boca. Dios Santo. Ella quita las manos, pero mis caderas continúan moviéndose en cortos y profundos golpes.

Estoy cerca de perderlo — pero siempre doy una advertencia primero. ¿Si un tipo no te avisa? Déjalo rápido. Es un idiota.

—Lali... nena, estoy…si no te muevas ahora...Dios, voy a...— Las palabras coherentes están aparentemente más allá de mi capacidad en este momento. Aun así, creo que ella tiene la idea.

Pero no se aleja. No se detiene. Bajo la mirada en el mismo momento en que Lali abre los ojos y levanta la mirada. Y eso es todo lo que necesito. Es el momento que he fantaseado desde que la vi por primera vez. Esos grandes ojos marrones mirándome mientras mí polla se desliza por entre sus perfectos labios. Con un último gemido de su nombre, lleno su boca con una corriente pulsante. Lali gime y lo toma todo tragándolo con avidez.

Después de lo que parece una eternidad, empiezo a bajar. ¿Conoces la sensación cuándo sales de un Jacuzzi? ¿Tus miembros se sienten como gelatina? Sí, así estoy yo. Ahora mismo.

Estoy respirando duro y sonriendo como el tonto del pueblo cuando tiro de sus hombros y la beso profundamente. Algunos hombres tienen asco de besar a una mujer en cuya boca acaban de llegar. No soy uno de ellos. 

—¿Cómo en el infierno Santo aprendiste a chuparla así?

Lali se ríe ante la maravilla en mi voz mientras se estira por encima de mí. 

—Delores salía con este tipo en la Universidad. Estaba realmente en el porno. Solía dejar películas en nuestro dormitorio todo el tiempo. Y, de vez en cuando… las miraba.

¿La próxima vez que vea Delores Warren? Recuérdame caer de rodillas y besarle el culo.

...

Una vez terminada la película, Lali y yo decidimos tener un maratón completa de Will Ferrell. Estamos a la mitad de Blades of Glory cuando mi teléfono suena. Estamos todavía en el sofá, acostados cómodamente lado a lado, y realmente no me apetece levantarme. O hablar con alguien que actualmente no esté en la habitación, para el caso.

Dejo que el contestador automático lo recoja. La voz de Jack llena la habitación, gritando sobre el sonido de la música de fondo

—. ¡Peter! Amigo, contesta ¿Dónde estás?— Hace una pausa un momento, y creo que se da cuenta de que no voy a contestar—. ¡Tienes que salir esta noche, hombre! Estoy en el Club 69 y hay alguien que te quiere ver.

Esto no suena muy prometedor. Empiezo a sentarme, mis instintos del cromosoma Y diciéndome que apague la máquina. Ahora. Pero no soy lo suficientemente rápido. Y una sensual voz femenina sale de la caja de Pandora.

—Dreeewwww... es Staaaacey. Te extraño, bebé. Quiero tomar un viaje en taxi. ¿Recuerdas aquella noche cuando chupe tu polla tan g…

Mi mano golpea el botón de apagado.
Entonces miro de reojo a Lali. Su cara está congelada en la TV, con una expresión indescifrable. Probablemente debería decir algo. ¿Qué diablos le digo? “Lo siento, ¿uno de mis ligues llamo?” No, por alguna razón, no creo que eso iría muy bien.
Se sienta con rigidez


—Probablemente debería irme.

Mierda. Maldito Jack.
Lali se levanta, sosteniendo mi almohada contra ella, cubriéndose a sí misma.
Bueno, esa no es una buena señal. Hace una hora estaba presionando su coño contra mi cara. Ahora ni siquiera quiere que lo vea.
¡Maldita sea!

Camina más allá de mí hacia el dormitorio. Incluso con mi estómago revuelto, no puedo dejar de admirar el vaivén de su culo apretado mientras pasa. Como era de esperarse, mi polla surge como Drácula levantándose de su ataúd.
Cuando tenía diez años, teníamos un perro. Él se frotaba contra todo y cualquier cosa —desde la pierna de la sirvienta a la cama con dosel de mis padres. Era insaciable. Mis padres estaban mortificados cuando teníamos visita. Pero ahora me doy cuenta que no era un perro malo. No fue su culpa.
Siento tu dolor, Fido.

Suspiro. Y me levanto para seguir a Lali. Cuando llego a la habitación, se ha puesto la falda y la blusa esta abotonada. Ella no me mira cuando entro.

—Lali…
—¿Sabes dónde está mi otro zapato?— Sus ojos observan el suelo, la cama -cualquier lugar, excepto a mí.
—Lali…
—Quizás esta debajo de la cama.— Se arrodilla.
—No te tienes que ir.

No me mira. 

—No quiero interferir en tus planes.

¿Quién tiene planes? El único plan que tenía era atiborrarme en el jugoso buffet entre sus muslos. Otra vez.

—No…
—Está bien, Peter. Ya sabes, esto ha sido un agradable…

¿Agradable? Ella acaba de llamar a lo que hicimos ayer por la noche y hoy todo el día- en el dormitorio, en la cocina, en la ducha, contra la pared del pasillo- “agradable”. ¿Es una jodida broma?
Tiene que haber visto la mirada de mi cara, porque se detiene en medio de una frase y levanta una ceja.


—Lo siento, ¿el adjetivo equivocado? ¿He ofendido tu frágil ego masculino?

Tartamudeo, indignado. 

—Bueno… sí.
—¿Qué palabra prefieres?

Para tu información: sigo desnudo, y si la postura de mi pene es una indicación, no hace falta ser Einstein para averiguar lo que realmente preferiría estar haciendo en este momento.

—¿Estupendo? ¿Trascendente? Incomparable.— Marco cada palabra con un depredador paso en su dirección.
Ella coincide con mi impulso hacia delante con nerviosos pasos hacia atrás, hasta que su culo choca contra mi tocador. Sonrío hacia ella—. Eres graduada del programa de negocios más prestigioso del país, Ally. Mi honor exige que inventes algo, cualquier cosa, mejor que “agradable”.

Se queda mirando mi pecho un minuto. Luego levanta la vista a mis ojos. Parece seria. 

—Me voy.

Intenta caminar delante de mí, pero tomo su brazo y tiro de ella hacia atrás.

—No quiero que te vayas.

No, no me preguntes por qué. No voy a responder. Ahora no. Sólo me concentro en el aquí- y en ella. El resto no importa. Observa mi mano en su brazo y luego a mí. 

—Peter...
—No te vayas, Lali. — La levanto, la dejo sobre el tocador y doy un paso entre sus piernas. —Quédate— Beso su cuello y mordisqueo su oreja. Tiembla. Le susurro—. Quédate conmigo, Lali— La miro a los ojos—. Por favor.

Muerde su labio. Luego sonríe lentamente. 

—De acuerdo.

Sonrío a cambio. Y entonces mi boca está en la de ella. El beso es largo y lento y profundo. Empujo su falda para arriba, rozando la piel de sus muslos con la punta de mis dedos. Todavía no está usando ropa interior.
Hay que amar el fácil acceso.
Me arrodillo delante de ella


—¿Peter...?— Es una medio pregunta, medio gemido.
—Shhh. Si voy a elevar el “agradable” Necesito concentrarme.

Y no hay una sola palabra coherente entre nosotros por el resto de la noche.



CONTINUARA...

3 COMENTARIOS Y MAS BSS

5 comentarios: